El saneamiento urbano consta de una importante cadena de servicios: En las zonas urbanas con un elevado índice de población no existe el espacio suficiente para poder deshacerse de los excrementos. A esto hay que añadir la existencia de patógenos y lodos repletos de contaminantes perjudiciales para la salud de las personas. Tales elementos, si no son llevados de manera segura a otro lugar y se les da el tratamiento apropiado, pueden resultar peligrosos para el entorno urbano y rural.

Si uno de los delicados eslabones de la cadena falla, el lugar puede verse comprometido en cuanto a salubridad. Por ejemplo, debemos realizar el vaciado correcto de una fosa séptica, el transporte del material a un lugar seguro y sin alterar el medio natural y garantizar el tratamiento de las aguas fecales, en caso de reutilización o devolución al cauce hídrico.

Tratamiento profesional en el ambiente rural y urbano

Los residuos tienen diferentes características físicas y químicas, cada uno tiene su propia naturaleza y clasificación. El profesional debe valorar y dirigir estos desechos a las plantas de tratamiento adecuadas. Todos los residuos son en mayor o menor medida contaminantes y es de suma importancia encontrar el medio de transporte adecuado para cada caso.

Si fallamos en alguno de los pasos generamos un problema, no solo para los residentes de la zona, también para el entorno rural y el medio ambiente. Esto lo podemos extrapolar a los sistemas de alcantarillado, donde pueden ocurrir fallas durante el transporte de residuos, y para el tratamiento de las aguas residuales. De nada serviría tener una excelente red de alcantarillado sino se cuenta con el mantenimiento y tratamiento adecuados. Y todo ello, realizado por profesionales cualificados y provistos de maquinaria adecuada para atender cada caso.

Un error común en el saneamiento urbano es que tengamos una buena infraestructura como alcantarillas, drenajes y áreas de tratamiento de primera, pero sin servicios de mantenimiento eficientes. Esta evidencia no solo afecta a la ciudad, sino que influye decisivamente en el equilibrio con el entorno rural.

El equilibrio entre los dos medios

El saneamiento urbano no es un hecho aislado. Cuando aparecen deficiencias de drenaje y eliminación de residuos en la ciudad, sus consecuencias también llegan al campo. Se pueden producir anegamientos y esparcimientos innecesarios de los contaminantes fecales por toda el área campestre. Además, la tierra tiene cierta capacidad para filtrar parte de los contaminantes, pero otros pueden llegar a los acuíferos más superficiales y contaminar las aguas subterráneas. Estos elementos perniciosos pueden viajar kilómetros a través de los acuíferos.

En resumen, el saneamiento urbano incluye una cadena de servicios con un objetivo común: gestionar correctamente los residuos para preservar la salud humana, de los seres vivos y del medio ambiente. En este ámbito, no podemos pensar en medio urbano sin tener presente el ambiente rural.

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